7.11.10

Delicias de la vida conyugal


Los domingos a la mañana son gloriosos. Sobre todo de un tiempo a esta parte. Sobre todo desde que no me levanto a las seis de la mañana con la horrible obligación de ir a trabajar el día en que todos descansan. Y puedo leer el diario, regar las plantas o hacer fiaca mientras el gordo me prepara el desayuno. Sí, eso. Si algo le gané a la vida son los domingos a la mañana, sin duda. Y si algo gané con el matrimonio es la alegría y la dedicación que mi marido le pone a las tostadas calentitas y deliciosas. Hoy me levanté a las seis de la mañana pero no para ir a trabajar. Me desperté para abrazar a un rubio chiquitito que me pide la leche con el cuerpo, con el alma como quien pide la salvación; y se queda conmigo en la cama haciendo fiaca, haciendo mimos, haciendo amor. Cosas productivas que ahora hago los domingos a la mañana. Llegan la mamadera, el diario, las tostadas... llega el domingo. Hoy además de hacerme el desayuno el gordo me acompañó en la lectura del diario. No suele leerlo, pero hoy no se resistió y entonces vino lo mejor. Porque si hay algo que me gusta de él es que se ríe al leer el diario. Se ríe de verdad, tienen que verlo. Se ríe desde adentro. -¿De qué te reís? -¿Sabés como se llama la Obra Social de Choferes de Camiones? - ¿...? -"OSCHOCA" - [risas] Más adelante, le tocó el turno a la revista de modas. Y no la leyó a la bartola. Estoy segura de por qué la agarró. No es cualquier domingo. Hoy es el domingo previo a mi cumpleaños y ayer nomás, el gordo me prometió que hoy iríamos a comprar ropa... ¡A Palermo! Y quien lo conoce sabe lo que esta invitación significa. Y a quienes no lo conocen tanto, puedo graficarles que si el "amor en obras consiste", (como dicen que dice Lope de Vega), la escena de shopping con mi marido sólo puede entenderse como un acto de amor. En fin, otra vez, me enamoró su gracia. Su cara al repasar los precios de la ropa de las publicidades es impagable. Cuando esta vez le pregunté de qué se reía, me contestó: -¡Ah claroooo! Ya sé por qué me advertiste ayer... ¡$ 1400 un vestido! ¡Y encima corto!!!!!!!!! [risas y escribirlo en el blog] Y compartirlo.

1 comentario:

Mordi dijo...

Lo peor es que te lee una preposición en medio de un artículo y el número de página y con eso te armó una asociación increíble.
Y pasarán años y seguirá pareciéndote buenísima la idea...

Un capo, el gordo.