28.5.07

(Vi)tácora del parto

Creo que llegó la hora de contar lo que el padre sutilmente escribe como "Victoria nació por cesárea" ¿parece sencillo, no? ¿pero qué significa eso? sin duda a todos nos importa finalmente ver al bebé sanito, a lo sumo preguntamos ¿cuánto pesó? como para tener un dato más para contarle a los amigos...

Pero ¿y el parto? ¿cómo fue en verdad ese momento?

Esta es la historia... contada por una de sus protagonistas (la madre)


Lunes 14 de mayo, 7:00 AM

Llegamos al Sanatorio de la Trinidad, puntuales, luego de una noche tranquila, con la ansiedad muy contenida para que no se note que hacía más de una semana que esperábamos ese momento, pero ¿qué esperábamos? ¿cómo iba a desarrollarse todo?

Nada de lo que había leído en los libros me sucedía: ni contracciones, ni rotura de bolsa, ni nada.

Me sentía mejor que nunca, sólo quería ver a mi bebé... ¿alguien podría ayudarme?

Alguien llegó, pero no la persona esperada. Mi partera faltó a la cita porque había atendido un parto a la noche y en su lugar mandó a una tal Liliana a quien veíamos por primera vez en la vida...

Y bué, será con ella nomás... otra vez los consejos de los libros fallaron: ¿para qué una elige nueve meses antes a su obstetra y su partera quienes se supone te contendrán durante el parto? si llegado el momento, uno (el Dr. G.) se encontraría de vacaciones en Disney y otra (la comadrona) durmiendo en su casa...

En fin, me saqué esos pensamientos de la cabeza y me interné para darle vida a Victoria.

Bata, camilla, goteo, tacto (nada me dolió más en la vida)... ¿contracciones? nada. ¿dilatación? nada. ¿y? ¿cuándo nace?
Luego de tres horas de espera... nada. La única novedad no fue buena: una inesperda pérdida que no estaba en los planes, por lo que decidieron suspender el goteo y realizar la famosa césarea.

Una cesárea.. ¿y eso?. En menos de quince minutos por fin descubrí lo que "eso" significaba: quirófano, luces blancas, médicos con la boca tapada, anestesista (en este caso gay como para darle color a la historia), pinches de anestesia grossa, preguntas tontas para distraerte, charlas tontas entre enfermeras y no séquienmás porque meestoyquedandodormida... ¿y el padre?

"¿Y mi marido, no viene?" - recuerdo que pregunté.

Nunca ví su cara (estaba detrás mio), pero sentí su voz y su mano que apretaba como una esponja.

Me habían hablado de una tela que te ponen para no ver la operación, pero nadie me había aclarado que la sentiría tan cerca de mi cara... "me ahogo" - pensé. Todo se puso azul.

"AY A" "AY A" - fue lo último que dije antes de que el anestesista me diera un refuerzo para que me duerma del todo.
"Esta muy tensa, dale algo" - dijo Valeria, la doctora, después de mi famoso "AY A"

Y bueno, lo cierto es que me dolió (o sentí que me dolió) y elegí retirarme de la escena para entrar en un sueño profundo de nubes y cosas lindas...

Lo próximo que ví cuando desperté fue al hombre que amo, vestido de bombero amarillo, con un ratoncito en brazos. Inmediatamente entendí que esa era mi hija.

No sabía cómo ni cuando pero había llegado, y nada menos que en brazos de su papá (al menos para mí el parto fue en ese instante: Hernán me la presentó bañadita y con gorrito ad hoc)

Lloré, (lloramos) la abracé, la amé, lloré más, la sentí en mi pecho. Había nacido. Le habíamos dado luz... ¿cómo? ya no importaba...
Para mí que no fue un parto, para mí fue un pase de magia.
(La doctora Valeria y papá ya me contarán el resto...)

Más que 2

Desde hace ya dos semanas, el gordo y la flaca son... El gordo, la flaca y la gordita.


Victoria nació por cesárea la mañana del 14 de mayo, en perfecto estado de salud y más hermosa que nunca.


El jueves de esa misma semana nos fuimos a casa, donde estamos aprendiendo a vivir de a tres.


(Hacer click en las fotos para ver más)