9.8.11

Dos años más o menos así...

Dos años. Un hijo es un hijo y sus circunstancias. A veces caóticas, a veces mágicas. Siempre intensas.


¿Jugamos a que surfeamos en las olas?, me dijo ayer mi hija mayor. Así siento que vivimos buena parte de estos dos años, subidos a nuestra súpertabla familiar, atravesando momentos inestables, cambios fuertes, batacazos; disfrutando de la calma que, cuando llega, acapara todo y nos alumbra; mirando el paisaje que va cambiando. Todo crece: la casa, nosotros, la alegría.

Joaquín, el intrépido pequeñito que llegó a este mundo a fuerza de todo, que vino con una sonrisa puesta, con ojos grandes para ver mejor y unos piolines amarillos en la cabeza que brillan en la oscuridad...

Joaquín, el niño luz, el rubio total, cumplió dos años.



En dos años pasan muchas cosas (y algunas felices).

















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